Nuestra misión

LA FORMACIÓN DE FAMILIAS CRISTIANAS

La misión de los Hijos de la Sagrada Familia es la formación en el mundo de familias cristianas para fortalecer la sociedad y crear un mundo más fraterno y solidario. Los medios para llevarlos a cabo son:

-          La educación de la infancia y la juventud a través de la dirección y la pastoral de escuelas propias o diocesanas.


 




                                                                                            
-          La formación humana, religiosa y catequética de los niños, jóvenes y familias en las parroquias y centros de apostolado que tengamos a nuestro cargo.

La comunidad Manyanet de Yaoundé 
ayuda a dos parroquias en la misa dominical 
y hace catequesis infantil y juvenil en colegios 




 Catequesis en el colegio la Retraite de secundaria y Bachillerato (3000 alumnos)







Grupos de catequesis de 1 año de comunión

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A)  educación de la infancia y la juventud a través de la dirección y la pastoral de escuelas propias o diocesanas.

Nuestra escuela es una institución educativa de iglesia, impulsada por los religiosos Hijos de la Sagrada Familia, congregación fundada por san José Manyanet. La pedagogía del Padre Manyanet ha dado una característica específica a sus escuelas. Concebidas como una familia al servicio de las familias, son al mismo tiempo un hogar y una escuela.


Nuestra concepción de escuela, como prolongación y complemento de la propia familia y forjadora de nuevas familias, hace que busquemos una relación cercana entre la escuela y la familia a través del intercambio y la cooperación entre padres y educadores, con el objetivo de conseguir una acción educativa coherente.

Las escuelas manyanetianas se abren al entorno como centros de educación cristiana, de servicios culturales y recreativos y como lugar de encuentro de les familias y de todos aquellos que comparten la labor de la educación y de la evangelización.

B) La formación humana, religiosa y catequética de los niños, jóvenes y familias en las parroquias y centros de apostolado que tengamos a nuestro cargo:

Los hijos de la Sagrada familia desempeñan una misión muy importante por medio de las parroquias y centros de apostolado, a través de la Pastoral Familiar. La parroquia  es el lugar más cercano a las familias concretas que puede conocer más directamente sus necesidades y por ello prestar una atención mucho más directa y eficaz. Es el lugar propio de la celebración de los Sacramentos y de los acontecimientos familiares en los que se hace presente de modo peculiar la Iglesia en la familia.

La creación de un grupo parroquial de matrimonios, bien formado y con el acompañamiento de un sacerdote, es el inicio de una acción pastoral que atienda a los distintos momentos que la Pastoral Familiar tiene en la Parroquia.


Los Movimientos y Asociaciones familiares, son elementos dinamizadores de la Pastoral Familiar y juvenil. De ellos, brotan muchos de los agentes de pastoral. Ayudan a la propagación de una espiritualidad familiar nazarena y son testigos del carácter de familia de la misma Iglesia. Deben ser recomendados e impulsados, en estrecha colaboración con la Parroquia.

La Congregación de Hijos de la Sagrada Familia tenemos la Asociación de la Sagrada Familia cuyo fin específico de la Asociación es el de promover la imitación y el culto de la Sagrada Familia, ayudando a las familias cristianas a configurarse con ella y a convertirse en una comunidad de discípulos, testigos y apóstoles de la Familia de Nazaret.

La Asociación ofrece a las familias miembros un plan progresivo de formación doctrinal, espiritual y moral dentro de instituciones adecuadas, además de un "programa de orientación para la vida espiritual" apto para sostener y alimentar la fe, el testimonio y la actividad apostólica. Los miembros de la Asociación encuentran un vínculo especial de comunión en la llamada Visita domiciliaria de una imagen de la Sagrada Familia alrededor de la cual las familias se reúnen en oración.

La Asociación de esa manera se ocupa de prestar las ayudas necesarias a las familias para madurar en la fe y desarrollar su vocación al amor, son múltiples y desde ámbitos variados: psicológico, jurídico, moral, etc. Por ello, se ha de contar con servicios específicos y competentes, y con una clara inspiración cristiana junto con los secretariados de Pastoral Familiar de las diócesis.